Lo primero que os quiero decir es que me implico absolutamente con vosotros, mi trabajo es mi pasión, por eso busco parejas que le den la importancia que se merece al reportaje de su boda, novios que pongan toda la ilusión y alegría en preparar el mejor día de sus vidas. Así que, si lo que buscáis es un fotógrafo que haga las fotos justas para cubrir expediente, yo no soy vuestro fotógrafo.
Todos los reportajes fotográficos los realizo personalmente, acompañado en la mayoría de las ocasiones por un segundo fotógrafo, y como me gusta dedicarme por completo a vosotros, no hago mas de un reportaje en el fin de semana.
Una vez que hayamos llegado a un acuerdo y firmemos el contrato, me pongo a vuestra disposición para lo que os haga falta.
Uno o dos meses antes de la boda, haremos una sesión de pareja, el llamado preboda. ¿Dónde?, pues en algún lugar que signifique algo para vosotros, o simplemente que os guste. Conseguiremos un reportaje en el que veréis lo bien que vais a salir de manera natural y relajada, perdiendo el miedo a la cámara. Aparte de esto, para mi es muy importante ya que veis como trabajo y cogéis confianza conmigo, de manera que el día de la boda no seré un extraño.
El día de la boda estaré con vosotros desde el principio, capturando todas esas emociones, todos esos detalles, convirtiéndolos en recuerdos inolvidables. Por eso es necesario que nos pongamos de acuerdo en horarios, que me contéis lo que va a pasar en cada momento para que no se nos quede nada atrás. Desde las casas de los novios, la ceremonia, reportaje en exteriores, coctel, baile, etc.
En definitiva, que voy a contar la historia de vuestra boda, y esta historia comenzará meses atrás.